Del baúl de los recuerdos.

Llevaba un tiempo sin escribir entradas, pero siempre de alguna forma suelo recordar con mucho cariño a este pequeñito rincón de mí. La verdad, es que aunque se respire desolado (por no haberle dedicado tiempo) y pese a su colorida interfaz, me encanta, porque con la soledad mi espíritu se reunifica con todos sus colores ♥

Hoy vengo con algo que he extraído del polvoriento baúl de los recuerdos: Se trata de una historia que escribí en secundaria para un concurso literario, que resultó ser el primero que gané.

Al volver a leerlo,  me trae muchos recuerdos de mí en aquel tiempo, un tiempo en el que ni sabia lo que era uke >//u//<

Bueno, sin más rodeos...

~ Como si fuera un sueño~

Inmersa en mí misma, lo puedo sentir como si se tratara de un sueño… y lo estoy, pero algo ha cambiado, y esta vez no es igual porque siento la lucidez de mi despertar interior.  Lo siento tan real a pesar de ser consciente de la ilusión que estoy viviendo: ¿pero si ésto es una ilusión porque no pensar que la realidad también lo es…? Todo es como un sueño…

Veo con claridad que el cielo se tiñe lentamente de un tenue color morado y que despejado muestra su belleza en todo su fulgor; y que me encuentro  en un lugar secreto,  del cual puedo contemplar la imponente figura del Himalaya. Desconozco el porqué, pero el ambiente me transmite nostalgia, como si alguna vez hubiera formado parte de este momento…

Adentrándome en las profundidades de mi fantasía me encuentro con un monje meditando, pienso incluso, qué está más sumido que yo misma en este instante…

En mi intención de aproximándome a él, me percató del relajante sonido que emite el puro fluido de la cascada que se sitúa en un lateral de este recóndito lugar misterioso, del que se puede apreciar una gran paz y llaneza. La emisión energética espiritual de este trance es muy intensa, y más con cada pasó que doy hacia el señor…

Éste me dice inexpresivo:

- Estás confusa, sólo te puede guiar tu corazón en  la espesa niebla de incertidumbre que te rodea...

Extrañada de la situación, siento el tiempo cada vez más presente…

- Me cuesta  ver el dorado de mi sueño…

- Tu indefinición causa el error…

  Como viento en ambiente
  debes manar….

  Como agua en afluente
  debes fluir…

  Como luz en tiniebla
  debes brillar…
  Como persona en vida
  debes amar…

  ¡Libera tu ser…!

Sonó con tal intensidad que ahondó en lo más insondable de mi alma causando conmoción en mí, haciéndome volver a mí misma en la conocida “realidad”.

Ya despierta, reflexiono.

- Es verdad, ¡le amo! Cuesta reconocerlo. El amor es un misterio, aunque yo también…, ahora comprendo que debo conocerme mejor a mí misma en ser y querer.

Pero era verdad que no era tan  fácil que con una alucinación podría llegar a algo tan importante, sin embargo mi madre siempre ha dicho: “para poder triunfar, es indispensable saber interpretar el mensaje de las experiencias.”

Sin duda alguna era un sueño revelador, y me había intentado indicar y orientar mediante aquel sacerdote.  A pesar de todo ello, me encontraba triste porque creo saber que mi amor no sería correspondido.

Zombi, sin vida alguna soy
sin el amor que me trae
a tus recuerdos...
Quiero estar viva y emanar alegría.

Es cierto que de mí depende mucho mi felicidad, pero su amor es como el motor que impulsa cada estimulo de mi ser, ahora que me doy cuenta…

Al siguiente día le vi donde siempre, pero está vez con otros ojos y una nueva perspectiva. En realidad era el tipo de persona con el que me complacía estar a su lado, aunque no me daba cuenta de mi propio estado emocional.  Y de repente…

Como si fuera por arte de magia me dirige una inesperada e inesperada mirada, que en un principio parecía indiferente, pero que al cabo de un rato empieza a rebosar de un vigoroso resplandor, simultáneamente alzando una ligera sonrisa de ventura…

Por un instante el tiempo pareció detenerse, y me note con mucha vitalidad junto un inexplicable calor en mi cuerpo…

En un intento de liberarse de las invisibles cuerdas que le amarraban, se dispone a acercarse hacia mí, manteniendo fijamente  su tierna  mirada en mis ojos. Y una vez delante de mí, me elogia con una insospechada y espontánea proposición:

La belleza que siento,
es un sentimiento, lo percibo desde el alma,
y lo emana el corazón
su influencia en mí
envuelve mi ser en inminente dicha
¡Feliz! ¡Feliz! ¡Feliz!
¡Con mucha energía!,
Cual por ciencias no puede ser explicada,
sólo desde lo universal
Puedes encontrar la verdad del sentimiento…
es un profundo e infinito misterio…

Esa virtud abstracta la siento yo y la tienes tú,
admirable y magnético es tu encanto,
cual invita mi ser a nueva vida,
vida de la cual espero respuesta…

Y mi pensamiento se consume en un deseo…
“sólo junto a ti…”

Me quede muy perpleja por su oración, la dicha que emana su sonrisa y el destello que cega de sus ojos. Definitivamente estaba estrelladísimo en mi corazón…

No obstante, reacciono, y con un afectuoso gesto le abrazo con sumo ánimo y le dedicó las dos palabras que son capaces de purificar toda corrupción y de llenar todo vacío de un abundante esplendor benigno:

- Te amo.

Y entonces entendí  que este sentimiento era mutuo, que estábamos conectados, y que por lo tanto ésto era de verdad. Compartirnos un sutil y dulce rose labial para manifestar nuestro amor ante el mayor espectador de todos: el mundo.

Fin

(En realidad iba a ser más largo, pero por normativas del concurso tuve que simplificarlo, espero que les gustara ᵔᴥᵔ)